¿Cómo ayudar a una persona con depresión?

Por: Mavis Suárez

Ayudar a una persona que tenga depresión puede ser un desafío. Si alguien que conoces tiene depresión, podrías sentirte desesperado y no saber qué hacer. Infórmate sobre cómo ayudarlo y comprenderlo, y ayúdalo a recibir los recursos que necesita.

Mientras más sepas sobre la depresión, cómo afecta a las personas y cómo se puede tratar, más preparado estarás para ayudar a alguien que te necesita.

Lo primero que te recomiendo es aprender acerca de los síntomas de la depresión, ten en cuenta que los síntomas de depresión varían según la persona. Estos son algunos de los síntomas:

  • Experimentar tristeza, llanto, desesperanza o sentimientos de vacío.

  • Pérdida de interés o de la capacidad de sentir placer ante las actividades de
    las que previamente sí se disfrutaba (por ejemplo, aficiones, quedar con amigos,
    deportes, sexualidad).

  • Arrebatos de ira, irritabilidad, incluso de forma desproporcionada ante
    situaciones de escasa relevancia. Sentimientos de frustración.

  • Alteraciones del sueño que pueden consistir en dormir más de lo habitual o
    muy poco (insomnio).

  • Cansancio y sensación de ausencia de energía, lo que dificulta la realización
    de tareas sencillas, que cuestan más esfuerzo de lo habitual.

  • Alteraciones en la alimentación que pueden consistir en disminución del apetito
    con pérdida de peso subsecuente, aunque hay personas que por el contrario
    experimentan aumento del apetito que les puede llevar a un aumento de peso.

  • Problemas físicos sin causa aparente, como malestar gástrico o dolores (por
    ejemplo, de cabeza o espalda).

  • Ansiedad, nerviosismo, sensación de inquietud.

  • Lentitud (de pensamiento, de movimiento o al hablar).

  • Sentimientos de inutilidad, culpa o fracaso.

  • Dificultad para pensar, incapacidad de concentrarse, problemas a la hora de
    tomar decisiones, así como dificultades de memoria.

  • Verbalizaciones relativas a la muerte (por ejemplo, “no quiero vivir más”, “ojalá
    me muriera”, “ya no estoy haciendo nada aquí”).También pueden darse pensamientos
    o conductas suicidas (intentos de suicidio o suicidio consumado).

Un dato importante es que las personas con depresión pueden no saber o negarse a admitir que están deprimidas. Tal vez desconocen los síntomas de la depresión y piensan que sus sentimientos son normales.

Con frecuencia, sienten vergüenza de su depresión y creen, de manera errónea, que deberían poder superarla solo con fuerza de voluntad. Sin embargo, es poco probable que la depresión mejore sin tratamiento, y podría incluso empeorar. Con el tratamiento correcto, puede mejorar.

Esto es lo que puedes hacer para ayudar:

  • Comunícate abiertamente con la persona. Coméntale el cambio que percibes
    en ella.

  • Transmítele tu preocupación respecto a su estado y muéstrale apoyo y
    disposición para acompañarla y ayudarla en lo que necesite.

  • Háblale sobre la depresión y, por si tuviera ideas preconcebidas erróneas
    sobre este problema de salud mental, transmítele que se trata de una enfermedad que afecta a muchas personas en el mundo; no es un signo de debilidad o fracaso, ni algo de lo que haya que avergonzarse. Trasládale también esperanza de mejorar
    comentándole que este trastorno dispone de varias opciones de tratamiento efectivas.

  • Aconséjale ponerse en manos de un profesional de la salud. Puede acudir en
    principio a su médico de atención primaria, que le podrá hacer recomendaciones y, si

    lo considera pertinente, remitirle a un especialista de la salud mental (ya sea psiquiatra
    o psicólogo), además de a otros profesionales que pudieran ser necesarios en su caso
    concreto, como por ejemplo personal de servicios sociales.

  • Mantente presente y disponible para lo que esa persona pueda necesitar de ti
    (ayuda para acudir a citas sanitarias, para hacer la compra, preparar la comida,
    mantener en orden sus asuntos, etc.).

Conoce los riesgos de suicidio

Las personas con depresión corren mayor riesgo de suicidarse. Si una persona tiene una depresión grave, podría tener pensamientos suicidas en algún momento. Toma con mucha seriedad todas las señales de conducta suicida y actúa de inmediato.

Presta atención a cualquier signo de advertencia de suicidio

Infórmate y mantente alerta para detectar las señales de advertencia del suicidio o los pensamientos suicidas:

  • Verbalizar ideas que estén relacionadas con la muerte, con hacerse daño o
    suicidarse (por ejemplo “desearía morirme”, “no me queda nada por hacer en la vida”,
    “no merezco vivir”, “ojalá me muriera”, “quiero matarme”, etc.).

  • Las personas que están considerando el suicidio pueden intentar conseguir los
    medios necesarios para llevarlo a cabo (reunir medicamentos, comprar sogas o
    armas…). También pueden tener interés por hacer testamento, o repentinamente
    manifestar ganas de regalar sus pertenencias y expresar la necesidad solucionar
    asuntos pendientes, mostrando incluso urgencia por hacerlo.

  • Recluirse para estar solos, evitando el contacto con otras personas.

  • Es posible que estar considerando el suicidio los lleve a consumir alcohol o
    sustancias, o a aumentar el consumo de estos. También pueden caer en realizar
    actividades arriesgadas no habituales en ellos, como conducir sin cuidado y de forma
    imprudente, cruzar sin mirar…

  • A veces pueden hacer comentarios que suenen a despedida.

  • Pueden mostrarse inmersos en pensamientos sobre la muerte, o aparentar
    sentirse profundamente atrapados en sus pensamientos y sin esperanzas.

  • Es posible que experimenten cambios de humor llamativos; por ejemplo,
    pueden pasar de la euforia a mostrarse al otro día muy abatidos o irritables. A veces,
    cuando ya tienen tomada seriamente la decisión de suicidarse, pueden incluso
    aparentar sentirse algo mejor (porque pueden llegar a pensar que su decisión les va a
    permitir descansar).

  • Pueden aparecer cambios en sus rutinas habituales (por ejemplo, respecto al
    sueño, la alimentación o las actividades cotidianas).

  • En definitiva, es necesario que estemos pendientes para percibir cambios
    drásticos en la forma de ser o comportarse de la persona, y estar en alerta sobre todo
    si se dan conjuntamente varias de las señales de advertencia que hemos mencionado.

No olvidemos que la depresión puede afectar seriamente la capacidad de una persona para conducirse en situaciones cotidianas, pero aún más si desconoce que lo que sufre es Depresión. 

Sin embargo, las perspectivas de una recuperación a largo plazo son muy buenas para quienes buscan ayuda profesional. El trabajar con terapeutas calificados y experimentados, puede ayudar a las personas con depresión a recuperar el control de sus vidas y a los familiares, amigos también.

Un abrazo terapéutico.  

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