¿Qué es la Inteligencia
Emocional?

Por: Mavis Suárez

¡Hola! ¿Cómo estás? 👋🏻

Hace unos días conversaba con un paciente en consulta sobre «inteligencia emocional» y comprendí que el como muchas otras personas no están comprendiendo muy bien este concepto. Pero, esta bien, en estos días tenemos un bombardeo constante de «desinformación» atraves de las redes sociales y medios de comunicación que hablan de este tema como si fuera muy sencillo lograrlo. 

La llamada “inteligencia emocional” se acuñó en realidad hace relativamente poco, a principios de los 90, y se definió como la capacidad de expresar, controlar y percibir emociones. Hasta la fecha ha es objeto de mucho debate entre científicos y público.

Si la describimos un poco más a fondo, sería la capacidad de regular y percibir las emociones y, aunque la mayoría de la gente estaría de acuerdo con esta definición, también es cierto que parece muy difícil medir objetivamente estas habilidades. 

Pero,

Disponer de una buena inteligencia emocional nos permite tener relaciones positivas y hasta un mayor éxito profesional. Sin embargo, con frecuencia saltan algunas dudas ¿piensas que estamos realmente ante un tipo real de inteligencia?, ¿es suficiente?, ¿soy inteligente emocionalmente?, ¿me va la vida de un modo u otro por ello?… Te explico: 

Recordemos, mientras el cociente intelectual (CI) hace referencia a nuestra capacidad para pensar y procesar información, resolver problemas, tomar decisiones o aprender de la experiencia, la inteligencia emocional (IE) profundiza en otras áreas. 

En este caso, hablamos de dimensiones como comprender los propios estados emocionales y los de los demás, saber regularlos, disponer de buenas habilidades sociales, etc. Sabemos incluso que una buena inteligencia emocional se correlaciona con una mejor salud mental y una satisfacción vital más significativa. Por tanto, ¿podemos considerarla como una forma de inteligencia similar al CI?

Las competencias emocionales subyacen a la propia inteligencia general y todos deberíamos desarrollarlas mucho más. Aunque no es una tarea fácil. Se necesita compromiso, práctica y dedicación.

¡Ok! Pero, vamos al grano

¿Tener inteligencia emocional es suficiente para lograr una vida plena?

Ya hemos dicho que:

La inteligencia emocional la podemos expresar como la capacidad de gestionar las emociones (propias y ajenas) de forma inteligente«. 

¿Qué significa de forma inteligente?

Sencillamente que seas tú el que toma el control en cada momento y decida la forma correcta de actuar en cada situación. Es decir, que, frente a cada situación de tu vida, te pares, pienses y tomes el control de tus decisiones.  Y fíjate la importancia de esto. Las decisiones te pueden hacer triunfar o estrellarte. Hay decisiones que pueden cambiar tu vida por completo y otras arruinarla.

Se dice que tu presente es la consecuencia de las decisiones que tomaste en el pasado mientras que el futuro será la consecuencia de las decisiones que tomes a partir de ahora. Así de claro. En el mundo financiero, por ejemplo, se sabe que la gestión emocional es imprescindible para el éxito. 

Perder el control y tomar malas decisiones en los momentos de más agitación te pueden llevar a perderlo todo. El peor problema del inversor, incluso su peor enemigo, es él mismo. Entonces, el rumbo de tu vida depende de las decisiones que tomes en cada momento y ya sabes que esas decisiones afectan tus emociones.

No es lo mismo tomar una decisión bajo estrés, en caliente, con tristeza o eufórico que tomar una decisión con la cabeza fría, calmada, en paz. De hecho, por muy racionales que pensemos que somos, más del 80% de las decisiones diarias las tomamos de forma impulsiva, emocional, reaccionando sin pensar. Así que ahí tienes la que para mí es una de las razones fundamentales de porqué es importantísimo desarrollar la inteligencia emocional.  Porque las emociones son como animales salvajes, si las entrenas son fieles compañeras sino se vuelven contra su dueño.

¿Para qué sirve la inteligencia emocional?

No solo se trata de tomar el control de tus decisiones para actuar de forma correcta en vez de reaccionar de forma automática, impulsiva o precipitada perdiendo el control.

En las formaciones de inteligencia emocional comparto otras utilidades, por ejemplo:

  • Que puedas elegir voluntariamente tu forma de ver y leer las circunstancias, para que cuando sean negativas no te afecten y vivas en una montaña rusa.
  • Que sepas cómo gestionar cada emoción rápidamente en vez de quedarte atrapado en ella afectando a tu humor, estado de ánimo y relaciones con los demás.
  • Que sepas cómo expresar y transmitir lo que sientes de manera adecuada en vez de guardártelo dentro y hacerte daño.
  • Qué sepas cómo ayudar e influir positivamente en la motivación y emociones de otras personas. 

Y para mí otro uso fundamental y tan poderoso como el de la toma de decisiones: es el que puedas controlar y regular el estrés voluntariamente para que no dañe tu salud.

¿Cómo empezar a desarrollar mi inteligencia emocional?

La inteligencia emocional de cada persona depende de factores genéticos, de la educación recibida y de cómo gestiona sus relaciones sociales. A partir de aquí se puede entrenar, pero hasta cierto punto. Es decir, no se puede conseguir un nivel máximo, ni todos los profesionales (o falsos profesionales) que te prometen ayudarte tienen los conocimientos necesarios para hacerlo. Algunas de las cosas que puedes hacer individualmente son las siguientes:

  1. Etiqueta tus emociones:  Cuando experimentes una emoción, ponle un nombre. Lo más preciso posible. Ejemplo: Me ha dejado mi pareja y estoy triste, o estoy dolido. Estar triste y estar dolido no es lo mismo. Identifica, también, qué ha provocado esta emoción.  
  2. Acepta tus emociones: Si mi pareja me ha dejado, la tristeza tiene su función.  todas estas emociones forman parte de tu ser. Y están provocadas por algo que no siempre puedes controlar. Date permiso a ti mismo/a para experimentarlas. Ya hemos visto que tienen una finalidad.
  3. Expresa tus emociones: Di cómo te sientes, por qué te sientes así y, en caso de que quieras sentirte diferente, qué cambio necesitas
  4. Intenta mantener la calma: Reducir la intensidad de las emociones te ayudará a pensar con calma de dónde vienen y cómo las puedes usar. ¡Siempre y cuando quieras hacerlo!
  5. Acepta las emociones de los demás: Cuando alguien tiene una emoción es porque algo se la ha provocado. Seguro que cuando te ha venido alguien enfadado y gritando has reaccionado igual, a modo de defensa. Intenta comprender la causa de la emoción y cómo puedes ayudar a esta persona. Eso no quiere decir que permanezcas pasivo/a ante conductas de falta de respeto.
  6. Demuestra a los demás que captas cómo se sienten: Pon etiqueta a las emociones de los demás. La empatía es la capacidad de conectar con las emociones y los sentimientos de los demás. Su expresión facial te ayudará a captar cómo se siente la otra persona.

Un psicólogo te puede ayudar con estas técnicas y, sobre todo, adaptarlas a tus necesidades. 

Si quieres saber más sobre este tema, te voy a recomendar uno de mis libros favoritos: «Inteligencia Emocional» de Daniel Goleman. Este es uno de los libros de inteligencia emocional imprescindible para comprender estos principios, estas claves que sin duda nos invitan a una constante reflexión.

Y no quiero despedirme sin antes dejarte un ¡abrazo terapeutico! y a por todas que esta será una gran semana. 

Gracias por leerme. 

2 comentarios en “¿Qué es la inteligencia emocional?”

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