Liberar espacio mental y dejar ir...
Por: Mavis Suárez
¡Hola! de nuevo 👋🏻
Hace unos días estaba pensando que, si ibamos a comenzar este viaje juntos teniamos que llevar «algo para alimentarnos» en el camino. Y así se me ocurrió hacer esta nueva sección a la que llamaré «bocadillos para el alma«.
Un espacio rápido donde compartiré contigo pequeños tips que podrás usar en el día a día para continiar el camino hacia tu bienestar personal.
Así que lee con atención:
¿No te ha pasado que, después de compartir tiempo con una persona, te encuentras sin energía, desplomado/a, enfadado/a, sin entender por qué.
Puede ser que hayas pasado tiempo con una persona negativa, o con gafas empañadas, como yo le llamo. Pero, ¿a qué llamamos persona que consume mi energía o negativa? La vamos a definir como aquellas personas que nos contaminan con su estado de ánimo, sus manipulaciones o su negativismo.
Yo le llamo efecto “Exposición a toxinas mentales ajenas”. Sólo ven lo negativo de cada una de sus vivencias. Aumentan lo negativo de cada situación. Rápidamente encuentran aspectos negativos en todo lo que ven, hacen, escuchan, etc. Suelen estar irritables y enojonas la mayor parte del tiempo, y en ocasiones son personas muy molestas e incordian.
Por ello, cuando pasamos tiempo junto a personas cuyos caracteres de personalidad nos causan fuertes emociones negativas, nos desgastan, nos lastran o nos hunden, estamos inconscientemente permitiendo que alquilen un espacio en nuestra mente, y esto provoca una respuesta masiva al estrés. Y este estrés es dañino para nuestro órgano pensante.
¿Sabías que solo unos días de exposición al estímulo estresante comprometen la eficacia de las neuronas en el hipocampo? una importante área del cerebro responsable del razonamiento y la memoria. Unas semanas de exposición causan daño reversible a las células cerebrales, y los meses de estrés pueden destruirlas permanentemente.
Como ves, las personas con estas características no sólo nos hacen sentir tristes o ansiosos, sino que nos pueden dejar consecuencias negativas a largo plazo a nivel emocional y conductual.
¿Cómo puedo detectar que estoy frente a una persona negativa?
Antes de culpar a los demás, es necesario mirarse a uno mismo/a, porque muchas veces podemos centrarnos en los demás para excusar nuestro propio comportamiento.
A veces es la propia relación (en la que los dos participamos) la que lleva que una persona se comporte de manera negativa hacia nosotros/as.
Por ejemplo:
1. Si eres de esas personas que nada te termina de agradar. Si a todo le sacas pegas, “a ese sitio no voy que habrá mucha gente”, “aquí hace frío”, “esto es aburrido” … estas viendo la vida a través de un filtro oscuro.
2. Si eres una persona que te sientes “amargada”, por ejemplo, en el trabajo cuando llegas a una reunión la contagias de resquemor. Te sientes cómodo/a en la rumorología. Ten en cuenta que el amargor se realimenta y hay grupos de amargados que quedan para amargarse aún más.
Para saber si eres una de ellos/as pregúntate cómo están las personas antes de estar contigo y cómo se quedan cuando te vas. Si van a peor, estás contagiando toxicidad.
Ojo hay quejicas que van más allá y se sienten víctimas de una conjura global del universo. Es el famoso meme de Cristiano Ronaldo:

3. Si te das cuenta que vas de víctima por la vida sin serlo cuando tienes una excusa para todo, y vas contando todo lo que te sucede a diario en modo drama para ser el centro de atención. Otra forma similar de tener una actitud tóxica es lo que llamamos en argot popular muchas veces personas “dramas”.
4. Observa si: ¿Necesitas que haya conflictos a tu alrededor? ¿Eres de las personas que, en una comida con más personas, saca un tema delicado que acaba provocando un enfrentamiento entre los comensales? ¿Monta dramas por nada porque esa tensión te da “vidilla”?
Para saber si eres así pregúntate si eres de las personas que huye del conflicto o la que lo genera. Vamos, que entonces eres de esas personas capaces de montar un “sirio”, en cualquier momento.
No nos gustan las personas que nos consumen energía, y huimos de ellas siempre que podemos.
Pero, ¿puedes ser tú sin darte cuenta?
Ya tenemos detectado el problema, ¿necesito ayuda? Pero, ¿por qué nos pasa? ¿Se puede reparar lo que has roto con otras personas?
La respuesta es sí todo es solucionable en un contexto terapéutico. Nadie nace negativo. Bien es cierto que no siempre puedes sacar a la gente negativa fuera de tu vida, al menos en el sentido más literal, pero puedes crear una coraza emocional que les impida hacerte daño.
Se trata de asumir la actitud correcta para impedir que esos dardos envenenados te afecten.
Una vez los identifiques podrás cambiar la perspectiva y lidiar mejor con este tipo de relaciones o incluso cortar por lo sano sin sentirte culpable.
¡Un abrazo terapeutico! 💜